Con las alineaciones de ruedas lo que buscamos es restablecer su configuración geométrica, ajustando el mecanismo de dirección y los elementos de suspensión según las especificaciones del fabricante. El objetivo es que los neumáticos queden paralelos entre sí y de esta forma se apoyen correctamente sobre el asfalto, para evitar que se desgasten de forma irregular y rápida. Es imprescindible no olvidar que un neumático desgastado pierde adherencia, sobre todo en suelo mojado, por lo que es recomendable no utilizar un neumático desgastado con una profundidad del dibujo inferior a los 3 mm, especialmente con condiciones meteorológicas adversas ya que aumenta radicalmente el riesgo de aquaplanning y de alargar la frenada de forma alarmante.
Hay señales que identifican una alineación incorrecta de las ruedas:
- Vibración al conducir
- Neumáticos que no vuelven a su posición tras girar
- Dirección dura o un comportamiento poco habitual en las maniobras
Una alineación adecuada garantiza la estabilidad en la dirección del coche y también mejora la adherencia de los neumáticos a la calzada, mejorando así las prestaciones del vehículo, y con ello garantizando la seguridad de los pasajeros.
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