El primer vehículo eléctrico
Aunque nos parece algo muy novedoso lo cierto es que el primer vehículo eléctrico se inventó entre 1832 y 1839 por Robert Anderson. Fue una primera aproximación muy rudimentaria, donde el vehículo era propulsado por celdas eléctricas no recargables. Años más tarde, en el 1882, ya existían varios vehículos propulsados por energía eléctrica destacando entre todos los de William Morrison de Estados Unidos y los de Coburger Maschinenfabrik. Estas máquinas eléctricas presentaban ya importantes ventajas frente a las máquinas de vapor, eran menos pesadas y muy silenciosas. El problema seguía radicando en la corta autonomía de las baterías.
1889 fue una fecha señalada debido que el vehículo presentado por Camille Jenatzy alcanzó los 105 kilómetros hora, una velocidad extraordinaria para esa época.
En 1881 se celebró en París la Exposición Internacional de la Electricidad en el Palais de L’Industrie. Dicha exposición tuvo un gran impacto pues se presentaron grandes avances en el mundo de la electricidad: las bombillas eléctricas de Thomas Edison, el tranvía eléctrico de Werner von Siemens, el teléfono de Alexander Graham Bell…, y entre todas ellas también se presentó un coche eléctrico de Gustave Trouvé.
Gustave Pierre Trouvé fue un ingeniero eléctrico francés que patentó diversas aplicaciones en el campo de la electricidad. En 1880 mejora la eficacia de un pequeño motor eléctrico desarrollado por Siemens. Consiguió realizar varias pruebas con éxito por las calles de Paría pero no llegó a patentar su invento.